Mantener tu sitio web en perfectas condiciones es como hacer malabarismos. Requiere mucho, ya sea la cantidad de dinero y tiempo que inviertes o la estrategia y planificación que conlleva todo el proceso. Se requiere un gran esfuerzo para que tu sitio web funcione a su nivel óptimo. Y puede resultar abrumador muy rápidamente si te lanzas sin un plan.

Lanzar un sitio web no consiste sólo en poner tu negocio en línea; se trata de construir huellas y experiencias digitales que convenzan a tus clientes de que eres el mejor para el trabajo. Las empresas que utilizan sitios web para relacionarse con los clientes experimentan un aumento de los ingresos, ya que los sitios web influyen en el 97% de las compras de los clientes. Tener un sitio web es imprescindible si quieres seguir siendo competitivo en el creciente ecosistema digital. Y como sólo tienes una oportunidad de causar una primera impresión, querrás hacerlo bien.

Para garantizar que tu sitio web funcione de forma óptima, siga siendo seguro y proporcione una experiencia de usuario fluida, necesitas una gestión del sitio web. La gestión de sitios web abarca una amplia gama de responsabilidades: desde la gestión de la infraestructura, como la configuración de servidores y la optimización de DNS, hasta las actualizaciones de contenidos y los protocolos de seguridad.

Tanto si diriges un blog personal como una plataforma empresarial en toda regla, todo negocio requiere una base sólida, y aquí es donde entran en juego el alojamiento web y el mantenimiento. El alojamiento web es una forma estupenda de mantener tu sitio en Internet, mientras que el mantenimiento garantiza que funcione sin problemas, de forma segura y eficaz.